La pandemia originada por el COVID-19 desencadenó un proceso de transformación digital global. Para potenciar este proceso de transformación digital, ha sido necesario desarrollar diferentes productos y tecnologías. Entre ellos se encuentran la Inteligencia Artificial, el Big Data o el Metaverso. Las dos primeras tecnologías gozan ya de una cierta implantación en diversas dimensiones de la vida social. Sin embargo, el Metaverso continúa siendo un interrogante por resolver en los próximos años.
Se podría definir el Metaverso como el desarrollo de una realidad virtual creada por ordenador y a la cual se podrá acceder a través de diferentes dispositivos electrónicos. En esta realidad virtual los humanos, a través de sus avatares, podrán interactuar de una forma similar a la que lo hacen en el mundo real, satisfaciendo sus necesidades.
Tomando como referencia la teoría motivacional de Maslow, que se emplea como forma de jerarquizar las necesidades humanas, los usuarios del Metaverso podrán satisfacer las necesidades más complejas, relacionadas con la filiación, el reconocimiento e incluso la autorrealización, pero en niveles inferiores, podrán satisfacer las necesidades más básicas, relacionadas con la salud, la protección del medio ambiente y la economía.
Desde una perspectiva determinista, los desarrollos tecnológicos a implantar en el Siglo XXI, como el Metaverso, deben fomentar los principios relacionados con la sostenibilidad y la economía circular: reutilización, conservación y reciclaje. Ante este escenario de transformación del Siglo XXI a consecuencia de la futura expansión global del Metaverso, en esta sección del congreso se aceptan trabajos que analicen el cambio que puede originar el Metaverso en las necesidades humanas, así como el impacto y las consecuencias que su desarrollo tecnológico pueda originar, en cuanto a sostenibilidad y economía se refiere.